¡EL LÍDER AUTÉNTICO ES UN HOMBRE LIBRE!

¡EL LÍDER AUTÉNTICO ES UN HOMBRE LIBRE!

Dr. Eduardo Dalmasso*

28 de Noviembre de 2020

Universidad de las Américas/Fundación Jenkins

Estas 11 ponencias sobre  los aspectos a contemplar en el desarrollo de lo que considero un líder auténtico se debió  a una invitación muy particular de uno de los directivos de la Fundación Jenkins de Puebla- México,  Roberto Solano. El mismo en su invitación me pidió que si  fuera posible  pudiera describir algunos puntos  medulares sobre la Educación a contempla r en el desarrollo de Líderes  Auténticos, que según sus palabras eran tan necesarios en México y en el resto de América Latina.  Afirmación con la que concordé y concuerdo, máxime en esta época de crisis múltiples. Mi intención es que cada una de ellas,  sea el espejo que dé lugar al debate y reflexión de aquellos que compartan la importancia social de generar los líderes que la sociedad requiere.


11 PONENCIAS PARA LA REFLEXIÓN


1.- Sobre la condición humana

Sócrates nos pone sobre aviso  cuando ubica al hombre cara a cara con una fuerza de conmoción y aniquilación. Cuando menciona a Tifón, el titán que está por derribar a los Dioses y barrer el Olimpo, este inquisidor señala que no se interesa por la belleza literaria de la fábula ni por el significado meteorológico o físico del mito, sino en la importancia de escrutar la imagen desorientadora de esta criatura caótica, e interrogarla como uno lo hace ante un espejo: “Si acaso soy una fiera más complicada e inflada de orgullo que Tifón, o si quizá soy un animal más pacífico y sencillo que participa por naturaleza de un destino divino y libre de orgullo”.  (Platón. Diálogos Socráticos) De hecho, Sócrates hace una clara descripción de la imperfección humana cuya aceptación es primordial en la vida del líder !

(En la mitología griega, Tifón (en griego antiguo Τυφών, 'humo'; en latín Typhon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes. )


2.- Nuestra consciencia:

Tenemos la íntima convicción que como seres humanos, siempre tenemos márgenes para el uso de nuestra libertad y que siempre podemos dilucidar lo correcto de lo incorrecto. Sin embargo no debiéramos olvidar: que nuestras emociones son poderosas y parte constitutivas de cualquier decisión. Esta imbricada relación dialéctica, muchas veces torna difícil  discernir cuando la emoción debe predominar en nuestras percepciones y cuándo lo fundamental es administrarlas para que no entorpezcan el sentido de responsabilidad  hacia uno mismo, pero especialmente hacia  los otros. De ello la importancia de estar atentos, tanto del mundo exterior como del interior a partir de ejercitar  nuestra conciencia en el doble rol de observadores. Estar atentos y la gimnasia de la escucha activa, son dos características primordiales en el desarrollo de la personalidad del líder.


3.- El desafío del líder

De hecho, el desafío de liderar implica mucha fuerza interior para sostener la vocación de  servir y lograr que el bien prevalezca en su corazón a pesar de realidades que muestran injusticias y luchas que oscurecen los caminos.   Los egoísmos, ambiciones y trampas serán siempre parte del escenario en el que deberá actuar.                                                                          Desde nuestra mirada, esto sólo es posible  si previo  el  líder ha ganado su propia batalla, o sea que predomine en él una genuina alegría de vivir- supremo logro-, que anuncia la tranquilidad de espíritu necesaria para afrontar el error. Un  auténtico líder tiene como norte la dignidad de las personas, de la vida cívica y, para esto sin duda, un claro y esforzado autoconocimiento con el fin de administrar sus emociones. La virtud siempre implica un esfuerzo y claridad en los valores que determinan nuestras decisiones.


4.-  Un líder auténtico

El líder auténtico es una persona que se mueve en función de su realización personal, según sus talentos y vocación puesta al servicio  de obtener los logros que lo movilizan. Disfruta en ese camino de creación, aunque los naturales procesos de duda e incluso angustia estarán  presentes. La actitud  que le corresponde es el de un escucha activo, dado que se niega a la soberbia, su práctica es  la enseñanza aprendizaje como actitud existencial ya que  el tomará el rol  de “buen maestro”. Por este rol, su pensamiento crítico será siempre un arma poderosa.  (Dalmasso 2012) Persuade con el ejemplo,  no sólo en relación a los que están en el camino de su influencia  sino  al conjunto que verá en él un espejo en dónde afirmarse. La reflexión diaria lo acompaña y lo nutre.  Dentro de ese proceso, su libertad total se logra cuando  no  queda   apegado a sus logros. Vale decir, los trasciende.


5.- ¡La búsqueda del líder!

Los líderes auténticos, cualquiera sea su condición social perciben en su crecimiento   que la búsqueda del éxito a cualquier costo,  no sólo lo transforma en un esclavo, sino que lo lleva  a la traición de sus convicciones y a la propia alienación. De forma intuitiva o reflexiva, toman nota que los momentos de peor debilidad  es cuando se someten al ego. De esto la importancia de no confundir el éxito con los logros, dado que el primero somete mientras que el segundo implica la autonomía necesaria para desarrollarse dentro de una vida digna  de propósitos que lo enaltecen.  En ese orden coincidimos con Abraham Maslow (La personalidad creadora) en que cuando toda la energía está ligada a un fin trascendente a su propia persona,  la alegría de vivir se multiplica, de ello mi insistencia en asimilar un buen líder  al Maestro que disfruta al facilitar el desarrollo de los diversos talentos de sus alumnos.


6.- El líder es parte del mundo

Toda persona es parte del mundo y, a su manera, influye en él; hay una relación dialéctica entre el hombre y sus circunstancias (Ortega y Gasset- Meditaciones del Quijote).                           A partir de ello, cada uno construye su destino. La responsabilidad de liderar nunca será una tarea simple. Justamente el motivo entre otros de estas ponencias, es la de resaltar  la  complejidad y la incertidumbre  del camino a transitar para poder arribar  a los fines que lo movilizan. Todo líder más allá de sus propósitos,  tomará  consciencia, que esta complejidad se agudiza cuando se incorpora la condición humana. (Maquiavelo- El Príncipe) El líder que no reconoce la complejidad en la cual tiene que navegar, normalmente termina produciendo mucho daño. De ello, su constante preparación y humildad  para entender lo complicado de la vida social y de las conductas humanas.  Esa preparación consciente es lo que  le permite  actuar con prudencia, sabiduría y firmeza. Dentro de esa preparación, la elección de sus colaboradores no es un tema menor.


7.- El líder como hombre libre

Podríamos decir que un hombre libre es el que ejerce obediencia de sí mismo (Autoliderazgo).  El auto liderazgo implica la madurez de decidir lo coherente para su satisfacción y convicciones más íntima con plena conciencia de su rol en el mundo.  Esta condición  se torna trascendente  cuando  los líderes auténticos asumen la responsabilidad de ir creando las condiciones (medios) para lograr el crecimiento progresivo en la  dignidad de todos  los miembros de su comunidad (cualquiera sea),  de forma que la vida de relación,  valores a defender y sus consecuentes responsabilidades, sean  asumidas por sus seguidores como parte esencial de lo mejor de la condición humana. Dicho de otra manera, cuando los intereses individuales que dan subsumidos  dentro del interés general.  (Aristóteles sobre el hombre virtuoso)   La ética y la fortaleza interior  dentro de este proceso se configuran  como valores esenciales del liderazgo auténtico.


8.-  En su crecimiento el Líder no puede dejar de tener conciencia que:

  • Sus opiniones dependen de sus datos, razonamientos, emociones e intereses.
  • Sus  pensamientos  filtran sus percepciones y condiciona sus interpretaciones.
  • Sus  puntos de vista serán  siempre parciales.
  • Sus  creencias son sólo descripciones factibles de la situación.
  • Que siempre existe la posibilidad de que esté equivocado.
  • Las restricciones son incentivos para aguzar el ingenio. Los errores son oportunidades de aprendizaje dignos de investigación.

9.- ¡Conciencia de la realidad virtual!

Cuando el liderazgo entra en ese terreno de conjuntos humanos y contextos de cambios dinámicos, e incluso alucinantes como ocurre en el mundo surrealista de hoy, ingresa en una situación de mayor complejidad y por lo tanto de mayores riesgos. Tal es el caso del mundo de redes interactivas y envolventes, columnas vertebrales de un mundo híper comunicado. De hecho,  puede ocurrir una comunicación tan absoluta que ciegue o ensombrezca la realidad. De manera que todas las  decisiones   parezcan libres y, sin embargo, no lo sean por estar encuadradas dentro de una sutil red de dominación. De ello la importancia de la preparación y el pensamiento crítico del líder auténtico  para realmente guiar  desde la congruencia en valores y un claro discernimiento sobre el camino a seguir.  (Chul Han, Byung- Psicopolítica)


10.- ¿De qué depende la fuerza del líder?

·         La personalidad

·         La pasión

·         La experticia

·         Dominio científico – tecnológico

·         Control y posesión de recursos

 

11.- ¡Un buen líder es un buen maestro!

Desde nuestra concepción un buen líder es un muy buen maestro. Vocación que se forjará como tal cuando en su aprendizaje de vida, sin renunciar a su misión:  asimile convivir con el hecho de que no todo tendrá explicación ni sentido, que no todo tendrá respuesta, que encontrará situaciones que no tienen lógica. Vale decir, que se enfrentará a cuestiones que no tienen razón aparente y que él por su rol deberá contribuir a develar, sin perder de vista sus   propósitos trascendentes,  única forma de poder decidir con justicia y afirmar  el rumbo.  Se trata de moverse dentro de la condición humana dentro de un mundo incierto.                                                                                                                                                       Un buen maestro se distingue por ser autoexigente, muy exigente desde la perspectiva del cumplimiento de las responsabilidades de sus educandos en aras del desarrollo de sus talentos,  comprensivo de sus diferencias y necesidades  y por sobre todo, sumamente generoso. La generosidad es esencial en el reconocimiento del contrato tácito a establecer. (Dalmasso en Liderarse para Liderar y en Dos Miradas un destino). Por esto asimilo a un líder auténtico a la figura de un buen maestro.

*Dr. En Ciencia Política (UNC-CEA) Ensayista y Educador. Su último libro, 1918 Raíces y valores del movimiento reformista. Editor del Blog: Ideas Políticas y otros enfoques.


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