TRES PERSONAJES. EL LÍDER, EL ESTRATEGA Y EL JUGADOR DEFINEN LAS POSIBILIDADES DE ÉXITO O DE FRACASO.

  TRES PERSONAJES.

EL LÍDER, EL ESTRATEGA Y EL JUGADOR DEFINEN LAS POSIBILIDADES DE ÉXITO O DE FRACASO.

 

 Por Eduardo Dalmasso

14 de Octubre de 2022

 

Desde mi comprensión, la estrategia refiere al arte de lidiar con la incertidumbre, con lo impreciso y nebuloso del mañana; de ello que el tipo de reflexión a la que convoca, constituya el polo opuesto de la certeza dogmática y no permita pensar en términos de certidumbre absoluta.  Al respecto, y en mi  opinión, no se debería sobrevalorar lo que se presenta como apreciación “objetiva” para explicar realidades que se formulan desde el modelo mental que a uno lo nutre, esto produce que cualquier predicción asemeje a un apuesta, lo que implica algún nivel de riesgo, por no existir  certidumbre alguna.

De lo anterior, puede colegiarse que no existen posibilidades de determinación sino probabilidades de hechos por influencia propia o de terceros.[1] Edgar Morin lo plantea muy claramente, “La palabra estrategia se opone a la palabra programa”[2]. Vale decir, cuando los individuos o conjuntos de individuos emprenden una acción dentro de un marco de complejidad, la misma, en algún momento, comienza a escapar de sus intenciones.

El líder auténtico es aquel que puede ser consciente de la complejidad que implican sus acciones. El propio Edgar Morin sintetiza el mundo al que se enfrenta el estratega y líder, entre otros, sosteniendo: “La inevitabilidad del tiempo, del observador y la observación, de la relación entre el objeto y su ambiente, etc.[3] Esto significa que el estratega convive con un mundo en orden/desorden/ interacción/organización, y que su virtud se asentará en la capacidad que tenga de reducir el azar, a través de la inteligencia aplicada en desarrollar las fortalezas necesarias y prever sus resguardos ante la intemperie de lo inesperado.

A propósito de lo anterior, vale recuperar también el pensamiento de Elster. “El argumento central es que la propia racionalidad requiere que reconozcamos los límites de nuestros poderes racionales y que nuestra creencia en la omnipotencia de la razón es otra forma de irracionalidad”[4]

El líder como estratega tiene que resolver qué camino tomar, dentro de un juego siempre complejo; esto le implica asumir decisiones que serán eficaces o no, en función de la personalidad y creatividad que sea capaz de desplegar, y que se irán revelando con sus particulares perfiles de personalidad.                                           

En el rol de jugador, el líder tiene un puesto de juego y observación de la realidad que le facilita ver algunas cosas y le oculta otras. Las apuestas de cualquier jugador se fundamentan en cómo ve él “el mundo”, y no en cómo realmente es. De ello la importancia de sus modelos mentales.  

En conclusión, lo importante es tener en claro que cualquier acción se fundamenta en valores, ideologías y modelos teóricos previamente incorporados en la mente de cualquiera de los participantes. Claro está, esto tendrá mucho que ver con su posible efectividad, con la amplitud de su vocabulario y con el alcance de su puesto de observación en relación al sistema (político-empresarial o social) que lo circunda o desea trascender. De allí la idea de estrategia en acción, que refiere a la forma de solucionar problemas de interacción cooperativa o conflictiva entre diferentes sujetos, capacidad que no se corresponde con modelos abstractos sino con la realidad que observa el personaje que ejerce el liderazgo.

 

Por lo expuesto, es aconsejable que el líder en su condición de  jugador, experto no olvide tener en cuenta para sus definiciones de carácter estratégico, ciertas preguntas que  ayudan  a  dimensionar  los riesgos y prever como superar las dificultades:

 

“¿Qué objetivo tiene preeminencia? ¿Por dónde avanzar? ¿Con quién o quiénes transitar? ¿Cuál es el mejor camino para lograr arribar a los objetivos que nos hemos planteado? ¿Con qué recursos cuento? ¿Quiénes y cómo se opondrán? ¿Cuál es la fuerza de mi determinación? ¿Cómo evalúo el riesgo?” 

 

Las respuestas nos hablarán de la factibilidad y habilidad estratégica del líder dentro de un marco siempre incierto.

 

 

 



[1] Eduardo Dalmasso. XIII Congreso de Estrategia Latino Americano “Puebla” México. 2000.

[2] Edgar Morin. ”Introducción al pensamiento complejo ”Gedisa Edit. Barcelona 2005. pág. 115.

[3] Ob. cit. pág. 146.

[4] José M González García. “La diosa FortunaAntonio Machado Libros. Madrid. 2006. pág. 358.

 


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