EMPERADOR ADRIANO - LÍDER Y ESTADISTA

                    EMPERADOR ADRIANO

                        LÍDER Y ESTADISTA


                                                                                                                                             3 marzo, 2023

Por Eduardo Dalmasso.*

¿Por qué Adriano?



Trato a partir de mis lecturas     sobre el Emperador Adriano, según la novela de Marguerite Yourcenar, que se comprenda el significado y esfuerzo que requiere la conformación de un líder y estadista. En realidad, es una tarea de larga data. En mis libros y artículos sobre mi interpretación sobre que hace a un líder,  (1) he hecho uso de algunas de sus enseñanzas. (“Liderarse para Liderar” ( 2) y “Líderes de nuestro destino” (3 ) por la sabiduría que esta obra emana  en términos de la complejidad del ser humano, del ejercicio del poder y de la responsabilidad  de un  gobernante.

Este personaje su avidez por los viajes, por el saber, por tratar de mantener la paz para consolidar los intereses de Roma sin que por ello descuide, ni la disciplina ni la organización del ejército, apasionado por el arte y con un profundo  respeto por su  pueblo e incluso por los sometidos a la esclavitud ,  como se visualiza en las  reformas del derecho y de las finanzas del Imperio y en su propio  comportamiento.                    

Lideró una era de paz, con una mente abierta a las distintas culturas y a las religiones. Sólo tropezó ante las costumbres y creencias del pueblo judío, al que combatió sin cuartel, estimo   por   su modelo mental anti dogmático y abierto al mundo y también por la preeminencia del Imperio. Hombre apasionado y consciente de la fragilidad humana, y de la suya propia, sublimada por su ambición de ser eje de la transformación del mundo. De alguna manera este personaje, podríamos decir   preanunciaba el renacimiento italiano.

Adriano, se da cuenta de la soledad del poder, pero compensa sus sentimientos de incompletitud desarrollando a pleno su visión:  consolidar el imperio, restaurar sus finanzas, reformular leyes   que hacen a ese propósito, mejorar la situación de la plebe, incluso la de los esclavos, e instaurar las expresiones de la   belleza   como símbolo de lo que al hombre lo hacen único bajo el manto de la paz. Sólo posible   en   quien   logra integrar, la capacidad de acción y de pensamiento por un fin superior.  Imposible   sin   un   profundo   autoconocimiento,      claridad en sus  objetivos,     en   el diseño estratégico,  la adhesión  del ejército, de    hombres claves  del Senado e incluso de la plebe.

Se puede reconocer su modelo mental    en su concepción estratégica y en su percepción   de lo humano.


Lo estratégico. 

A la muerte de su antecesor toma decisiones trascendentales que se contraponen a las efectuadas por Trajano, a quien el pueblo admiraba.  Renuncia inmediatamente a tres provincias enteras, Armenia, Asiria y Mesopotamia, devuelve a los sármatas buena parte de los territorios al norte del Danubio y se concentra en estabilizar las provincias ya consolidadas. Su astucia: adjudicar estas acciones a su predecesor Trajano quien era admirado por el pueblo Roma y el propio senado.


Su aprendizaje:

  “Conocía   el nombre de mis actores, arreglaba para ellos entradas y salidas plausibles, cortaba las réplicas inútiles, evitaba gradualmente los efectos vulgares. Aprendía por fin a no abusar del monólogo. Poco a poco mis actos me iban formando” (pág. 51)

 

Su magnanimidad:

“Dudo de que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre. Soy capaz de imaginar formas de servidumbre peores que las nuestras, por más insidiosas, sea que se logre transformar a los hombres en máquinas estúpidas y satisfechas, creídas de su libertad en pleno sometimiento, sea que, suprimiendo los ocios y los placeres humanos, se fomente en ellos un gusto por el trabajo tan violento como la pasión de la guerra entre las razas bárbaras. A esta servidumbre del espíritu o la imaginación, prefiero nuestra esclavitud de hecho. Sea como fuere, el horrible estado que pone a un hombre a merced de otro exige ser cuidadosamente reglado por la ley. Velé para que el esclavo dejara de ser esa mercancía anónima que se vende sin tener en cuenta los lazos de la familia que pueda tener, ese objeto despreciable cuyo testimonio no registra el juez hasta no haberlo sometido a la tortura, en vez de aceptarlo bajo juramento. Prohibí que se lo obligara a oficios deshonrosos o arriesgados, que se lo vendiera a los dueños de lenocinios o a las escuelas de gladiadores. Aquellos a quienes esas profesiones agraden, que las ejerzan por su cuenta: las profesiones saldrán ganando. En las granjas, donde los capataces abusan de su fuerza, he reemplazado lo más posible a los esclavos por colonos libres. (…) Hubo muchas protestas cuando desterré de Roma a una patricia rica y estimada que maltrataba a sus viejos esclavos; un ingrato que abandona a sus padres enfermos provoca mayor escándalo en la conciencia pública, pero yo no veo gran diferencia entre las dos formas de inhumanidad” (pág. 98)

 

Su mirada reflexiva:

 “Natura déficit, fortuna matatur, deus omnia cernit. La naturaleza nos traiciona, la fortuna cambia, un dios mira las cosas desde lo alto…” (pág. 218)

 

* Blog. Eduardo Dalmasso. Miradas Políticas y otros enfoques. Liderarse para Liderar. Editorial comunicarte. 2012. DOS MIRADAS UN DESTINO. (Líderes de nuestro destino.) Editorial SLADE- Colombia. 2018. Doctor en Ciencia Política. (CEA-UNC)

 

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