SOBRE NUESTROS MIEDOS

 SOBRE NUESTROS MIEDOS

31 de Agosto de 2022

Por Eduardo Dalmasso*

1.- Siempre magnificamos las consecuencias. Y ante la incertidumbre que nos provoca el miedo, casi nunca hacemos el ejercicio de completar el círculo.

1.1.- Cuando lo completamos, nos damos cuenta que el fracaso o el error no es una tragedia, que sólo es un factor de aprendizaje y desaprendizaje por el que pasan todas las personas que se proponen hacer y ¡hacen!

2.- Quienes realizan cosas en la vida, nunca dejan de tener fracasos.

2.1.- La voluntad de superación implica asumir el aprendizaje y desaprendizaje como una constante; el crecimiento como líderes estriba en asumir esta realidad. Objetivos que se desarrollen de menor a mayor ayudan a madurar el proceso.

3.-Los miedos siempre tienen que ver con el otro. Está implícito que el fracaso será motivo de mofa o de debilidad ante esos otros.  Esto está ligado a la extremada cultura del éxito; cuando tenemos miedo de quedar mal o de que otros nos den menos valor, lo que estamos haciendo es depender de la mirada de los otros. Por eso la búsqueda del éxito como una búsqueda permanente de reconocimiento, nos transforma en esclavos. 

3.1.- Muchos de estos miedos surgen de experiencias de vida o exigencias familiares.

4.- La timidez es resultado de no sentirse seguro ante la vida, y sobre todo en relación a otros que sobrestimamos. También es producto de sobreestimar algunas de nuestras debilidades, lo que da cuenta de nuestra falta de aceptación respecto de lo que somos.

4.1.- El mejor combate que podemos darle a los miedos, es encontrar un propósito, y este será genuino cuando esté vinculado a algún nivel de pasión y de placer. Encontrar ese camino, es la puerta del paraíso.

4.2.- Tenemos que saber que uno puede sentirse seguro en algún plano y otros no, pero eso pierde importancia cuando valoramos la imperfección como parte de la condición humana.

5.- Lo fundamental es afirmarse ante la vida, y eso se hace día a día, de ello la importancia del autoconocimiento. Proceso que no termina nunca porque producto de los aprendizajes y desaprendizajes, nunca seremos iguales. Gracias al ejercicio de nuestra voluntad: asumimos riesgos, logramos alcanzar logros, y estos logros nos potencian a modelos mentales más flexibles. Ese proceso seguramente nos influenciará en encontrar y practicar los valores que iremos asumiendo como significativos en nuestra existencia.

6.- En la medida en que trabajamos por nuestros propósitos y valoramos lo que vamos logrando a través de nuestros procesos reflexivos diarios, los miedos comienzan a perder relevancia, dado que primero los reconocemos, y luego en la acción entusiasta los trascendemos.  Al respecto, un aspecto sumamente importante: recordemos que no somos robots.

6.1.- De todo lo anterior, surge la importancia de distinguir la tremenda diferencia entre logro y éxito. Cuando nuestro yo queda sujeto al éxito, nos transformamos en esclavos y, por lo tanto, nos debilitamos: el otro impera sobre nosotros. En cambio, la búsqueda de logros como respuesta a nuestra demanda interior, no solo permite nuestra genuina realización, sino que nos libera y nos hace fuertes.

7.- El proceso de autoconocimiento y afirmación ante la vida, se pone en claro con la metáfora del Gallito de pelea. La misma nos dice que lograr permanecer inmutables ante los estímulos negativos o superfluos del entorno, nos fortalece y desarrolla nuestra sabiduría.

7.1.- Recordemos que estamos para vivir, para dejar una huella y vivenciar nuestra capacidad de amar, pero de ninguna manera para luchar, ganar o saldar deudas. “Se trata de vivir en plenitud el presente”. 


·  *Dr. En Ciencia Política (UNC-CEA). Editor del Blog Miradas Políticas y otros enfoques.

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