SIN UN DISCURSO HEGEMÓNICO TODA ACCIÓN POLÍTICA CARECE DE CONSISTENCIA


 Se hace ineludible plantear un proyecto económico que constituya una opción razonable 

                                                                                               por Eduardo Dalmasso*

     


    La ideología que orienta al pensamiento neoliberal se asemeja a la de principios del siglo pasado: contraria al Estado, propensa a sostener la hegemonía del empresariado, a considerar el consumo de los sectores populares como opuesto a los intereses nacionales, y a pensar que el mercado constituye una institución racional y que es de fundamental importancia la autonomía de la moneda. En suma:  cualquiera estaría mejor si el Estado deja de intervenir en la economía y si se les permite a los capitalistas acumular sin preocupaciones relativas a la distribución.

    Lord Keynes logró que la macroeconomía dejase de ser un esquema mental y se transformase en una teoría en la que el Estado cumple una función relevante para compensar los declives de la tasa de inversión y sostener un nivel de demanda aceptable para resguardar el empleo. Su discurso sirvió para articular las pretensiones de hegemonía política, y los términos de elección entre decisiones que por su naturaleza afectan a toda la sociedad.  

    A partir de las postulaciones de Keynes, la economía capitalista en la posguerra absorbió   su filosofía. Sin embargo, en su devenir: el incremento gradual de la tasa de inflación y la declinación de la tasa de acumulación, se han revelado notablemente insensibles a la aplicación de políticas keynesianas. De hecho, cuando la concepción Keynesiana es usada de forma simplista o por fuera de sus premisas básicas, su consecuencia: la pérdida de ingresos de la clase trabajadora y la falta de generación de empleo.

 

La situación en el país

    Argentina parte de una situación compleja: Los capitales se evaden por falta de seguridad jurídica y calidad en el sistema institucional. Esta falta de calidad se refiere a situaciones arbitrarias e injustas para el conjunto, baja calidad de la representación política por la incidencia de discursos mesiánicos y autoritarios, en desmedro de acuerdos esenciales con impacto en el largo plazo.  Ningún discurso logra predominar, siendo una inflación constante y corrosiva su consecuencia más evidente, pero lo peor es la baja tasa de inversión, los niveles  de  endeudamiento del Estado y la evasión aludida. Imposible salir de una situación de crisis permanente si este cuadro no se transforma.

    La permanente oscilación de políticas basadas en el estímulo de la demanda y el resguardo del salario en base a la distorsión de los precios relativos y el estímulo ficticio del gasto en base a un déficit presupuestario que desalienta la inversión, a políticas que definen al mercado como un eje fiable en las decisiones micro y macroeconómicas, niegan la posibilidad de un crecimiento sustentable desde el punto de vista de la tradición social de Argentina. 

    El Estado no puede dejar de intervenir, porque las desigualdades se intensificarían y esta situación produciría una situación más precaria:  hablo de la posibilidad  de un futuro confiable para el común de los ciudadanos.

    Las diversas asimetrías:  requieren para su superación, de la planificación y objetivos de corto, mediano y largo plazo. Cabe decir que tanto las políticas de corte neoliberal, y la que denomino propia del populismo infértil, nos han conducido al atraso y a una lucha sin cuartel por ingresos que no crecen, excepto en sectores de alta productividad relativa. En nuestro caso:   el agro, la minería y las industrias de tecnología avanzadas. 

    Creo que es hora de decirlo con crudeza:  nuestro sistema productivo agravado por una estructura fiscal regresiva, no produce lo necesario para satisfacer la demanda de una sociedad que se ha ido alienando por las diferencias sociales y dejando en la carestía a un alto porcentaje de la población, con cualquiera de las dos políticas.

 

Un proyecto económico: visión, sociedad, valores y poder

    La experiencia de falta de crecimiento genuino, el estancamiento en el empleo formal, el deterioro educativo y la emigración constante de cuadros calificados por sus niveles de estudio o su actitud creativa: constituyen la evidencia más clara de que necesitamos revisar los enfoques que han predominado en las últimas décadas.

    Dentro de esos reconocimientos:  la necesidad de señalar a los sectores oligopólicos como usufructuarios   de   un dominio de mercado que en las condiciones descriptas solo contribuyen a la distorsión   del   sistema de precios e incentivos. En el mismo orden:  a un sistema laboral que atenta contra la creación de empleo y a un sistema fiscal ineficiente, por las distorsiones que provoca.  Este señalamiento, no puede dejar de aludir las asimetrías inequitativas de un gasto público que subsidia o privilegia a la población afincada en la capital del país y algunas zonas aledañas. También aquellos subsidios al capital, vía sobre protección arancelaria o por formas directas y permanentes.

    Se hace ineludible plantear un proyecto económico que constituya una opción razonable. Se trata de reconocer la necesidad de elevar la productividad del sistema socioeconómico, y no dejarnos caer en discursos ligados a la caridad inconducente o a la idolatría del mercado.

    Las respuestas podrán ser dadas en la medida que se tenga en claro que las teorías económicas deben ser tratadas como lo que son:  racionalizaciones de proyectos políticos de clases o grupo de intereses en alguna medida en conflicto. Tras las opciones económicas se esconden visiones de la sociedad, modelos de cultura y ansias de poder.

    Nuestros intereses brutalmente contrapuestos, exigen un acuerdo político mayoritario para superar el estancamiento que sin duda  exigirá lo mismo que cocinar una tortilla.  Y si no ¿qué?

·                                                                                                                                                                             *Dr. en Ciencia Política (UNC-CEA)


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