LÍDERES DE NUESTRO DESTINO - El líder en su larga marcha

El líder en su larga marcha
El líder auténtico no confunde el concepto de éxito con el de logro, sabe de su diferencia porque protege su autonomía.

Mayo, 2018


Por Prof. Dr. Eduardo Dalmasso



El líder consciente nunca desconocerá la complejidad de los problemas a abordar y la de los propios seres humanos que estén involucrados en el proyecto. Su propio autoconocimiento, y la aguda observación delos terceros,le permitecomprender lo imperfecto de la condición humana. Esto lo conduce a tratar de ser asertivo, vale decir, diferenciar valores y modelos mentales.


La prudencia suele caracterizar sus opiniones, en la misma medida que sus decisiones serán firmes y audaces cuando necesite salir de una situación complicada. Vale decir, el Líder como estratega toma riesgos, juega y avanza soportando costes. La forma en que lo haga dependerá de su personalidad.


El líder auténtico no confunde el concepto de éxito con el de logro, sabe de su diferencia porque protege su autonomía. El logro significa que ha alcanzado realizaciones que lo nutren produciéndole una íntima satisfacción. La alegría, en este caso, le brotará naturalmente porque no ha buscado el aplauso, sino que ha seguido sus convicciones. Percibe con claridad de que el éxito depende de la aprobación de terceros y, de ello, los procesos de angustia o neurosis,dado que muchas veces, sin saberlo, es un ser dependiente. Una diferencia que en nuestro aprendizaje deberíamos tener bien en cuenta.


El éxito cambiará su significado si es resultado de la condición de logro, porque entonces no implica ningún grado de sometimiento. En tal caso, desde nuestra concepción de lo que es un verdadero líder, será bienvenido, porque desaparece la contradicción entre la condición autoreferencial y el aplauso resultante. A un músico, a un escritor, a un deportista, a un empresario, a un directivo, a un maestro, a un trabajador, el éxito social le reflejará sus méritos asentados en algún grado de inteligencia, talento, esfuerzo y perseverancia. Previo a eso, lo que ellos viven es el placer por lo que hacen, aunque, a veces, sea muy duro lo que eligen para identificarse en sus vidas.


Va quedando en claro que forjarnos como líderes es un proceso de aprendizaje permanente, dela adquisición de firmes convicciones y de una visión de vida. El líder auténtico nunca abandona el esfuerzo de crecer como persona íntegra: sostiene un conocimiento creciente de lo que significan sus acciones. Se entiende, comprende y trata de actuar con magnanimidad.


La permanente actitud de reflexión y práctica, le permite excluir actitudes de orgullo o soberbia, esto lo caracterizará como antidogmático. Es decir, abierto a interpretar nuevas situaciones y usar nuevos instrumentos cuando así lo requieran sus objetivos. Aun costándole, acepta que no es dueño de la verdad.


El diálogo sincero será la herramienta de convivencia, lo que no significará carencia de sentido de la oportunidad o escasez de planteos estratégicos para manifestar su pensamiento. Si no fuera así, no estaría construyendo su liderazgo, a lo sumo podría lograr el respeto de terceros, pero eso no es suficiente.


El líder consciente, que se mueve en un mundo de seres humanos imperfectos, apelará a la astucia. Entendida esta como la perspicacia necesaria, para poder ver los detalles que otros no observan y resolver problemas con mayor facilidad en los momentos que considere oportunos.


Todo líder que se precie es un negociador experto. La verdad sí, pero manifestada en el momento adecuado y comunicándola en forma apropiada a la mentalidad o cultura de los receptores. La conducta de estas personalidades responde a una vocación de decisiones de vida consecutivas, ya que el rol exigirá un tipo de sacrificios que el seguidor no asume.


Un ejemplo: el Papa Francisco, creo, no traicionó nunca sus convicciones respecto a llevar el mensaje cristiano a los pobres. Pero, con mucho conocimiento de la estructura y del poder del ala conservadora de la Iglesia, amplía su mirada transgresora cuando es elegido Papa. Es probable de que, si se hubiera enunciado antes, su posibilidad de llegar al papado hubiera sido menor.


No olvidemos,de que lo que define la condición de líder es justamente su capacidad de persuasión. Esto implica convicciones y sacrificios; el líder es un ser humano que transita caminos de realización a sabiendas de sus debilidades.

El cuerpo en la vida del líder


Una vida equilibrada implica una vida activa, donde el cuerpo expresará la tranquilidad de espíritu. Esto es así porque en él se manifiestan nuestras emociones. Uno de los principios de alarma, para saber si estamos trabajando bien o mal en dirección a nuestro bienestar, justamente se revela en las sensaciones corporales, y qué decir de cuando se manifiestan enfermedades de origen no genético.


El cuerpo rápidamente manifiesta nuestros errores en la toma de decisiones que tienen que ver con nuestro equilibrio físico y espiritual. En realidad, expresa una inteligencia independiente de terceros. Es la verdadera brújula interior, ya que revela nuestro malestar. Un mal uso de nuestras posibilidades corporales también acarrea trastornos en nuestro equilibrio psíquico. Es importante tomar nota de que, no es la mente la que rápidamente nos expone a esa situación, que es lo que comúnmente creemos. No lo es, porque la mente es nuestro conector externo, no nuestro conector interno.


El proceso de crecimiento como líderes exige la búsqueda activa del equilibrio, que no es otra cosa que dejarse fluir. Es decir, aprender a dar el justo valor a cada una de las situaciones para poder rápidamente superar los conflictos reales y, también, muchas veces, imaginados.


Uno de los problemas, en esta búsqueda, es que estamos acostumbrados a pensar que deberíamos tomar como modelos a terceros con determinados méritos, que indudablemente pueden ser valiosos, pero esto es una ilusión. Esos terceros no somos nosotros, lo nuestro requiere el propio y auténtico desarrollo. La imitación es mala consejera, el personaje imitado es producto de su propia experiencia, contexto y personalidad; uno, además, imagina del otro lo que no sabe. Esto lo destacamos porque esos modelos, sea un líder espiritual, líder político, un director de cine, un actor, un entrenador de equipos, nos hace olvidar de que nadie es igual a otro y de que, para lograr lo que anhelamos, es fundamental trazar nuestro propio camino.


El líder en su marcha, se va reconociendo como animal emotivo y aprende a evitar, o domina, las emociones destructivas que limarán su salud y, lo que es igual de grave, nublan su capacidad de discernimiento, privándolo de la objetividad necesaria ante cada decisión o evaluación de circunstancias. Insisto, el desarrollo del liderazgo implica un proceso de enseñanza aprendizajereflexivo y de creciente confianza en sí mismo. Se vale de la meditación y del diálogo franco con los próximos que comparten sus fines.


La mente en la vida del líder


En el proceso de crecimiento hacia un liderazgo auténtico, el dominio del o los pensamientos se torna fundamental, cuando son perturbadores:dilucidar el porqué de su concurrencia y de lo que habría que superar al respecto.


La baja autoestima, el exceso de confianza, resentimiento,celos, envidia, falta de compasión, dificultades para mantener relaciones interpersonales, nos estarían mostrando cuan largo es el camino que nos falta para lograr una real autonomía y el dominio personal. Querría decir que hemos perdido el rumbo respecto a lo primordial y, sobre todo, nos muestra que el amor a nosotros mismos es débil, lo que demuestra la pérdida de lo autorreferencial.


En su marcha, el líder no debería olvidar algunos consejos útiles: no vivir de las apariencias; confiar en sí mismo aceptándose plenamente;practicar la escucha sin juzgar; hablar con firmeza,pero estar atentos a no ofender; observar sin despreciar; tomar decisiones; buscar siempre soluciones; no perder de vista lo que te motiva para estar alegre; hablar sin vergüenza de los sentimientos que le afloran, ya sea que el otro es de confianza o producto de una relación necesaria para llegar a un objetivo .


Atención que estamos hablando de personalidades atentas a sus logros, no al mero y, muchas veces, banal éxito social:


“Aprender a estar solo. A quedarse solo. Un poco, no más. De vez en cuando un alto en el camino. Un rellano. Para contemplarse en el espejo de sí mismo y decir-se la verdad. Eso sería vera expresión de libertad, y libertad de expresión”. (Jaime Barilko, 1993).


Se trata de poder tomar consciencia de lo que el medio social nos influye, de los mandatos familiares, de las implicancias de nuestra herencia psíquica y genética, para poder alinear todos esos factores que inevitablemente estarán presentes con nuestros deseos más íntimos. Esto implica el aprender a reflexionar sobre nuestros modelos mentales, nuestra propia complejidad; desarrollar nuestra imaginación para, en el proceso y en el tiempo, poder alinear nuestra existencia dentro de un juego dialéctico, entre lo que somos y las transformaciones que queremos desarrollar en nosotros mismos.


Es la diferencia entre el ser pensante y el ser autómata. Por eso decimos que, para liderar, primero es necesario liderarse.Dicho de otro modo: Imaginación radical, reflexión, acción deliberada, autonomía, pasión por la verdad,y- por lo que acontece en el mundo- son los elementos constitutivos del sujeto en acción, o sea con proyecto propio.

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