ENSAYO SOBRE DEODORO ROCA - La Nueva Generación Americana 1918

La Nueva Generación Americana 1918
Discurso de clausura del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, Córdoba a Julio


“Reivindico el honor de ser camarada vuestro...” (Pág. 25)
“Reclamo, pues, la consideración que se os dispensa……” (Pág. 25)
“Para ello, sabed que practico esta enseñanza de Enrique Bergson: conservar la
disposición de espíritu con que “entráis” vosotros a la universidad y estar siempre
dispuesto- cualquiera sea la edad y la circunstancia de la vida – a volver a ser
estudiante…...” (Pág. 25)

“Pertenecemos a esta misma generación que podríamos llamar “la de 1914”, y cuya
pavorosa responsabilidad alumbra el incendio de Europa.
La anterior se adoctrinó en el ansia poco escrupulosa de la riqueza, en la codicia miope,
en la superficialidad cargada de hombros, en la vulgaridad plebeya, en el desdén por la
obra desinteresada, en las direcciones del agropecuarismo cerrado o de la burocracia
apacible y mediocrizante……” (Pág. 26)
“Fugábase la espiritualidad; hasta el viejo espíritu de los criollos- gala de la fuerza nativa,
resplandor de los campamentos lejanos en donde se afianzó nuestra nacionalidad-iba
diluyéndose en esta grisácea uniformidad de las conductas, y enredándose en las oscuras
practicas de Caliban. El libro recién llegado- cualquiera fuera su procedencia y su
calidad- traía la fórmula del universo y la única luz que nuestros ojos podían recoger.
Asumía el carácter de un símbolo: el barco no llegaba y entonces el rumor de la tierra
perdía sentido y hasta el árbol familiar callaba su voz inefable……” (Pág. 26)

“No importaba que unos pocos espíritus de escritores salieran cantando de la selva con
el hacha al hombro. En los ojos traían copiadas las líneas esbeltas y ágiles de la
montaña nativa……” (Pág. 26)

“Llegó con ellos la fe en los destinos de la nacionalidad.
Y, precisamente irrumpieron en las ciudades, cuando la turba cosmopolita era más
clamorosa, y nuestros valores puramente bursátiles……” (Pág. 26-27)
“Entraron a codazos. De escándalo en escándalo, de pugilato en pugilato, llamaron
sobre sí la atención. Y en todos los campos se inició la reacción…….” (Pág. 27)
  “Entonces, se alzaron altas voces. Recuerdo la de Rojas: lamentación formidable, grave reclamo para dar contenido americano y para infundirle carácter, espíritu, fuerza interior y propia al alma nacional; para darnos conciencia orgánica de pueblo. El centenario del año 10 vino a proporcionarle razón. Aquella no fue la alegría de un pueblo sano bajo el sol de su fiesta. Fue un tumulto babélico; una cosa triste, violenta, oscura…..” (Pág. 27)

Dos cosas- en América y, por consiguiente, entre nosotros- faltaban hombres
americanos. Durante el coloniaje fuimos materia de explotación; se vivía solo para dar a
la riqueza ajena el mayor rendimiento. (…) lo que no se destruyó en nombre del trono,
se aniquiló en nombre de la Cruz. (…) Después con escasas diferencias, hemos seguido
siendo lo mismo, materia de explotación. Se vive sin otro ideal, se está siempre de paso
y quien se queda, lo admite con mansa resignación……” (Pág. 28)
“Las nuevas generaciones empiezan a vivir en América, a preocuparse por nuestros
problemas, a preocuparse por el contenido menudo de todas las fuerzas que nos agitan y
nos limitan, a renegar de literaturas exóticas, a medir su propio dolor, a suprimir los
obstáculos…...” (Pág. 28)

“Eso no significa, por cierto, que nos cerremos a la sugestión de la cultura que nos viene
de otros continentes. Significa sólo que debemos abrirnos ala comprensión de lo
nuestro…...” (Pág. 29)
“Señores: la tarea de una verdadera democracia no consiste en crear el mito del pueblo
como expresión tumultuaria y omnipotente. La existencia de la plebe y en general de
toda masa amorfa de ciudadanos está indicando, desde luego, que no hay democracia.
Se suprime a la plebe tallándolas en hombres. A eso va la democracia…...” (Pág. 29)
“En la universidad está el secreto de la futura transformación. Ir a nuestras
universidades a vivir, no a pasar por ellas; ir a formar por allí el alma que irradie sobre
la nacionalidad; esperar que de la acción recíproca entre la Universidad y el Pueblo
surja nuestra real grandeza. La confederación de los espíritus realizadas en sus formas
suplantará a las otras…...” (Pág. 29)

“Siempre se debe decir la verdad que se piensa. Y yo, honradamente pienso que lo que
este Congreso ha hecho es expresar aquella sensibilidad, tanto en la corazonada que lo
reunió, como en el espíritu que le animó (...). Tal vez los políticos comprendan poco lo
que está pasando en el alma de la juventud de nuestra patria. Y si han de reconocer ese
anhelo, que lo recojan maduro; que antes de una colaboración, sea un
reconocimiento……” (Pág. 30)
“Por vuestros pensamientos pasa, silencioso casi, el porvenir de la civilización del país.
Nada menos que eso está en vuestras manos, amigos míos…...” (Pág. 30)


“En primer término, el soplo democrático bien entendido. Por todas las cláusulas circula
su fuerza. En segundo lugar, la necesidad de ponerse en contacto con el pueblo, ya sea
abriéndole las puertas de la universidad o desbordándola sobre él. Así al espíritu de la
nación lo hará el espíritu de la Universidad. Al espíritu del estudiante lo hará la práctica
de la investigación en el ejercicio de la libertad. Se levantará en el Studium, en el
auditorium, en las fraternidades de la futura república universitaria…...” (Pág. 30-31)
“En la nueva organización democrática no cabrán los mediocres con su magisterio
irrisorio. No se les concibe. En los gimnasios de la antigua Grecia, Platón pasaba
dialogando con Sócrates…….”. (Pág. 31)
“Señores Congresales no nos desalentemos. Vienen-estoy seguro- días porfiados de
obstáculos. Nuestros males, por otra parte, se han derivado siempre de nuestro modo
poco vigoroso en afrontar la vida. Ni siquiera hemos aprendido a ser pacientes.…..”
(Pág.31)
Reflexiones:

Este discurso empieza a transitar por la ampliación de los fundamentos del Manifiesto Liminar. Lo americano toma un vuelo que en el manifiesto solo se enuncia. 
Deodoro, reivindica lo propio, lo telúrico y se explaya sobre la necesidad de rescatar los valores originarios. Parecería estar dando respuesta a la crítica aguda y feroz, sobre la participación estudiantil. Deodoro, en representación seguramente de la dirigencia, manifiesta en forma mucho más acabada, como concibe el rol de la Universidad y el cómo los estudiantes se transformarán en operadores de una sociedad más justa. No deja de mencionar, la necesidad de la investigación como elemento esencial de la educación universitaria.

En segundo lugar, la necesidad de ponerse en contacto con el pueblo, ya sea abriéndole las puertas de la Universidad o desbordándola sobre él. Así, al espíritu de la Nación, lo hará el espíritu de la Universidad. Al espíritu del estudiante lo hará la práctica de la investigación en el ejercicio de la libertad.

En el espíritu de Deodoro, aparece la necesidad de unir al pueblo con la educación. No concibe que pueda existir democracia sin un pueblo instruido y compenetrado de los valores que dieron origen a la nacionalidad. Por supuesto, Deodoro reivindica lo propio, para expresar que el pensamiento no puede ser dependiente de corrientes extranjeras. Lo que significa que hay que pensar por si mismo. No niega la cultura interconectada con el mundo, de lo cual el es quizás el mejor exponente, sino de la necesidad de evaluar lo que nos influencia desde la perspectiva de los intereses propios. Esta claro, que la ola inmigratoria, les produce perplejidad y ciertas dudas sobre la capacidad de integrar a los inmigrantes dentro de un conjunto de valores que permita homogenizar la sociedad en objetivos, sueños y valores comunes. 

Como buen idealista, Deodoro, vuelve a expresar su desengaño respecto a las modalidades del desarrollo que había adoptado Argentina con tanto éxito. Claro, el mercado se sobreponía a cualquier otro valor, y esto atenta contra un fino espíritu como el que el representa. Paradojalmente, parte de su alocución en este caso, refleja el pensamiento de sectores conservadores de la sociedad cordobesa.

Para los reformistas, la transformación de la sociedad debería estar en manos de la Universidad. A esta le cabe la responsabilidad de permitir la transformación:

“En la universidad está el secreto de la futura transformación. Ir a nuestras universidades a vivir, no a pasar por ellas; ir a formar por allí el alma que
irradie sobre la nacionalidad; esperar que de la acción recíproca entre la 
Universidad y el Pueblo surja nuestra real grandeza. La confederación de los
espíritus realizadas en sus formas suplantará a las otras……” (Pág. 29).

El diálogo mencionado de Platón con Sócrates, bien plantea lo que Deodoro pensaba, acerca de lo que constituye un verdadero ámbito universitario. Para Deodoro, la reforma encarnaba una Universidad unida al pueblo, en una danza de intercambio fraterno de cultura y de libertad, ligado a un férreo espíritu crítico.

En este discurso, da cuenta que necesita trasladar el movimiento a América con quien comparte la realidad de estructuras reaccionarias, con istmo de progreso
fundamentalmente basados en el comercio y las materias primas. Hace explícita referencia al sistema de dominación que caracterizó la etapa colonial, para señalar que en lo esencial:no ha cambiado nada. Incita a los congresales a no decaer, a enfrentar lo que se viene, no quiere que los políticos intervengan en la conformación, de lo que enuncia como una cruzada. Pide respeto. Está evidentemente en el punto más alto de la repercusión del movimiento reformista en la realidad social.

Como suele suceder, los giros de la historia toman su propio camino, velocidad y
características.

“…Tal vez los políticos comprendan poco lo que está pasando en el
alma de la juventud de nuestra patria. Y si han de reconocer ese anhelo, que lo
recojan maduro; que antes de una colaboración, sea un reconocimiento…..”(Pág.
30).

Comentarios

Entradas populares