ESTRATEGIA Y ESTRATEGOS EN UN MUNDO INCIERTO
ESTRATEGIA Y ESTRATEGOS EN UN MUNDO INCIERTO
Para
Alfil Diario. Junio 2022
¡Un mundo
surrealista!
Todos
sabemos que el mundo afronta una etapa de complejidad creciente, no
será la primera ni la última.
Bástenos pensar en las
consecuencias del descubrimiento de América o de la electricidad para dejar de
sorprendernos.
La tasa
decreciente de estabilidad de las novedades tecnológicas y de los cambios en
los comportamientos sociales y políticos sitúan a esta etapa de la sociedad mundial y a las
diferentes naciones en un conglomerado de situaciones emergentes y de difícil
pronóstico. Podemos citar entre ellas: la Invasión Rusa a Ucrania, la Pandemia,
la reacción de Finlandia y Suecia ante la agresión rusa, la tasa de inflación
emergente en los países centrales, la crisis del empleo y las variaciones de
precio de las materias primas.
Estas
situaciones dificultan seriamente la previsión de los escenarios posibles y,
valga la paradoja, esas dificultades requieren de visualizaciones necesariamente
imaginativas, bajo la condición de entender la precariedad de cada uno de los
supuestos en los que se engarzan o fundamentan.
Ante los que
dicen que todos estos fenómenos estaban precedidos de indicios ciertos, cabe
decirles que las sociedades no son lideradas por rastreadores de fenómenos
ocultos o semiocultos, sino por los intereses relevantes que priman en la vida
social y política dentro de una etapa dada.
Esto se aplica para la pandemia del Covid, o para el ataque Ruso a Ucrania,
como se pudo apreciar en la sorpresa que provocó a la mayoría de los
gobernantes de Europa. Los servicios de
Inteligencia de los EEUU tuvieron cierta previsión, pero fueron sobre tiempos
cercanos al desenlace y quizás interesados en que ocurriera.
Parte de
estas afirmaciones pueden ser comprendidas a partir de la reflexión que surge
de lo que Nicolás Taleb, de forma paradigmática, ha bautizado como “Cisne
negro”. Con esta expresión el autor se refiere a sucesos sumamente raros que se
explican por estas tres condiciones:
Primero,
es una rareza, pues habita fuera del reino de las expectativas normales, porque
nada del pasado puede apuntar de forma convincente a su posibilidad. Segundo,
produce un impacto tremendo. Tercero, pese a su condición de rareza, la
naturaleza humana hace que inventemos explicaciones de su existencia después
del hecho, lo que lo hace explicable y traducible (ilusión del conocimiento
retrospectivo).
Textualmente
de este autor y de nuestra cosecha:
“Imaginemos
simplemente qué poco de nuestra comprensión del mundo en las vísperas de los
sucesos de 1914 nos habría ayudado a adivinar lo que iba a suceder a
continuación ¿Y del ascenso de Hitler y la posterior guerra? ¿Y de la
precipitada desaparición del bloque soviético? ¿Y de la aparición del
fundamentalismo Islámico? Y de la difusión de Internet, ¿Y de la crisis
bursátil de 1987 (y de la más inesperada recuperación)? Agregamos nosotros ¿Y el precio del petróleo
por arriba de los 100 dólares?” “Su posterior baja” y su abrupta subida ¿Y la
crisis bursátil y bancaria del 2007/2008 a costos aún superiores a las
precedentes? (…)” “la crisis económica internacional que explota en el 2008” “O
los recientes sucesos aludidos”
Las tendencias,
las epidemias, la moda, las ideas, la emergencia de las escuelas y los géneros
artísticos, todos siguen esta dinámica del cisne negro. Lo decíamos ya en
CONTRADANZAS (CEA-UNC 2004): “Hoy existe un profundo sentido de la irrealidad,
tanto en la política como en la economía. Esto supone que lo axiomático no
encaja en nuestra realidad, y eso es lo que da un aire surrealista a nuestro
trabajo y nuestras vidas”
Debilidades
del análisis estratégico
Lo que
sostengo es que los desarrollos o argumentos se centran demasiado en detalles o en la incorporación de un exceso de información, lo
que genera una débil apreciación del significado de los
diferentes hechos por carecer de pensamiento crítico y de una visión sistémica
para encuadrar los acontecimientos dentro de un proceso. Esto redunda en la
incapacidad de visualizar los elementos significativos, que son los que pueden
producir cambios disruptivos en las sociedades en las que nos insertamos, en
nuestra industria, en nuestra organización y, por supuesto, en nuestras vidas.
La lógica
que esbozamos señala la necesidad
de que reflexionemos sobre lo que no sabemos, dentro de un proceso
de indagación que nos permita evaluar su valor posible, en relación a lo que
suponemos que sabemos. En función del desconocimiento de la vinculación de lo
que se supone que sabemos con lo que no sabemos (lo que implica una actitud
crítica) es por lo que precisamente el o los sucesos se producen, dado que no
se espera, puedan ocurrir.
Pensemos
en un ejemplo concreto. En Argentina, la huelga de los propietarios del campo
(2008) durante 23 días, tomando caminos y desarrollando acciones de lock out: ¿era
esperada? Si hubiese sido esperada, ¿el gobierno hubiera tomado las medidas
fiscales de incremento de las retenciones en la forma que lo hizo? ¿Acaso
cuando comenzaron las acciones alguien pudo pensar que podían modificar
relaciones de fuerza? a partir de los logros del 1r período del gobierno K? “Toda explicación o derivada posterior es
sólo ex post”.
Observemos
que lo que ocurrió es interesante, porque se corresponde con un clásico juego
estratégico, juego que para este caso demostró que la información y
apreciación de la situación que manejaba el Gobierno resultaba muy débil. Esto
visto en sus consecuencias.
La
incapacidad de predecir lo que no sigue la lógica de la estabilidad del proceso
en el que estamos insertos constituye una seria debilidad en la elaboración del
pensamiento estratégico clásico. Un caso paradigmático: la línea Maginot como línea de defensa de
Francia, atento a la experiencia de la 1ra Guerra, que por supuesto no sirvió
para detener la ofensiva alemana en la 2da. El supuesto implícito de hecho era:
“Las condiciones serán las mismas que vivimos” Por eso el pensamiento
estratégico requiere de mucha imaginación y trabajo de equipos sumamente
abiertos y de carácter horizontal.
El
concepto estratégico que subyace es el de centrarse al máximo en reconocer las
oportunidades cuando se presentan, y potenciar las habilidades propias o
adquiridas, atento la dinámica de cada sistema. De esto se colige: las
posibilidades de repuestas a los indicadores claves, se encuentran fundadas en
la preparación para el desarrollo de la capacidad de aprendizaje a partir de
identificar las variables críticas. Al respecto, Nicolás Taleb sostiene:
“Muchas
cosas pueden venir funcionando muy bien, hasta que… inesperadamente dejan o
deja de funcionar, y lo que hemos aprendido del pasado resulta ser, en el mejor
de los casos irrelevante o falso y, en el peor brutalmente engañoso”
Esto
ocurre entre otros factores porque:
·
“Nos centramos en segmentos preseleccionados de lo
visto, y a partir de ahí generalizamos en lo no visto” (error de confirmación).
·
Nos comportamos como si los efectos disruptivos no
existieran.
“Las
páginas de Economía, Política, Ciencias, Libros, Cultura, Religión, Policiales,
se reparten proyectos como si tal cosa. El más pequeño virus del sida hace que
uno pase de sexo inconsciente, al África, a los cultivos de células, al ADN, a
San Francisco”. Pero, todos vamos a
recortar la fina red que dibuja el virus en compartimientos estancos mientras
la complejidad se acrecienta. (Bruno Latour-Nunca fuimos modernos)
Los
desafíos
Prepararse
para esta difusa realidad, nos impone el desarrollo de una visión de carácter
escéptico y una plena conciencia acerca
de lo falibles que somos. De ello la imperiosa necesidad de poner en cuestión
los modelos mentales prevalecientes, si es que se quiere no solo sobrevivir sino
crecer.
· *Dr. En Ciencia Política (UNC-CEA) Editor del Blog.
Miradas Políticas y otros enfoques.
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