EL REFORMISMO HOY
EL REFORMISMO HOY
30 de Octubre de 2018
Por Dr. Eduardo Dalmasso
Uno se pregunta si esta Universidad actual, que se llena de loas respecto de dicha gesta, tiene la misma mirada transgresora que surge con claridad del espíritu de la Reforma.
No nos cabe duda alguna de que la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), cuatro veces
centenaria, es parte indivisible de la cultura de la provincia y que su influencia trasciende los
límites de la Argentina. Tampoco que ha sido y es campo de batalla de diversos discursos sobre la realidad nacional.
Su importancia se resume en que cualquiera sea su concepción, los valores que esta refleja
contribuyen a conformar el modelo de sociedad en que nos insertamos.
¿Podría entonces dicha cultura tener algún nivel de cuestionamiento? Creemos que sí, si nos
atenemos al ideario reformista, cuya epopeya se rememora año a año con especial énfasis.
¿Qué fue sino el ideario reformista? Un cuestionamiento profundo a un orden que se mantenía a contrapelo de lo que el mundo en guerra, sectores de la intelectualidad, la realidad política y social del país exigían cambiar.
La epopeya
Uno se pregunta si esta universidad actual, que se llena de loas respecto de dicha gesta, tiene la misma mirada transgresora que surge con claridad del espíritu de la Reforma Universitaria o si su reconocimiento es simplemente parte de la necesidad de un modelo de funcionamiento que necesita justificarse en la epopeya a través de un ritual, una liturgia que, endefinitiva, encubre un funcionamiento de carácter burocrático, alejado de las raíces que dice seguir.
Uno se pregunta si la participación estudiantil, acaso, cuestiona el discurso académico desde el punto de vista científico o de la rigurosidad metodológica, si aparecen, en las sesiones de los consejos académicos y del Consejo Superior, como tema central, el desarrollo del conocimiento, el significado de los discursos y de los valores vigentes, el desarrollo de la cultura, la discusión de la realidad provincial o nacional desde una perspectiva que supere la mera posición ideológica o partidaria.
Uno se pregunta si los representantes del estudiantado son los alumnos más aventajados o son aquellos a los que fundamentalmente les atrae una práctica política ligada al logro del poder. Y si cuando se habla de la incorporación de los hijos de los trabajadores y de las clases más desfavorecidas, acaso, se toma conciencia de la necesidad de revisar los sistemas de ingresos que, de hecho, facilitan la entrada de los miembros de la clase media.
¿Quiénes eran los líderes reformistas? Eran alumnos aventajados, luego intelectuales o científicos de nota: Deodoro Roca, Raúl y Arturo Orgaz, Gumersindo Sayago, Enrique Barros, Enrique Martínez Paz, Saúl Taborda, Ismael Bordabehere, Ceferino Garzón Maceda, Jorge Biagosch y otros, todos protagonistas de la vida pública de Argentina.
El historiador César Tcach dice, con justicia, que eran antidogmáticos, que abrevaban de distintas fuentes intelectuales y que representaban de manera genuina la oposición a un orden establecido.
Discurso del poder
La inteligente película El estudiante , dirigida por Santiago Mitre, desnuda la política real del mundo universitario, como así sus valores vigentes; en este caso, en la Universidad de Buenos Aires (UBA). El personaje descubre que su vocación es, esencialmente, política y del todo ajena al mundo de la academia.
Un sistema pernicioso realimenta un proceso que termina subordinando el discurso académico al discurso del poder, en los mismos términos que la sociedad vive normalmente de su dirigencia política. La última elección de la UNC no mostró un rostro demasiado diferente.
Entonces, proyectos ambiciosos, tal el caso del Centro de Estudios Avanzados (CEA), donde quizá podría replantearse el significado de “ universitas ”, no encuentran el apoyo necesario. Primero, porque no tiene votos; segundo, porque no responde al poder de las facultades, y tercero, porque sus directores dependen del poder de turno, cuyos criterios de elección no suelen responder a una visión de fortalecer un centro de debate intelectual o del desarrollo del conocimiento, sino en conciliar o tolerar algo muy extraño para el sistema instituido.
Dentro de esta realidad, podría darse que las instituciones, que no dependen exclusivamente de la universidad tendrían mejores perspectivas de desarrollo en beneficio de la sociedad, dado que nuestra UNC no escapa a la realidad de que sus mejores investigadores tienen que competir con expertos en informes para la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau). Sus antecedentes, procedimientos y áreas, en desmedro de su creatividad y fortalecimiento de sus actitudes científicas.
A algunos de ellos me he atrevido a preguntar: “¿Cuándo piensan?”. Estamos, ante un mundo que presenta cambios abismales en el plano de la ciencia y la tecnología y esto incidirá en el desarrollo de nuestros países y, por cierto, en el plano de la educación. No ver esto implica quedarnos en el atraso.
Necesidad de cambios
No se trata de que no estemos entre las 500 mejores universidades; se trata de que lo negamos y, lo peor, malgastamos el esfuerzo de los docentes e investigadores calificados que la nutren, pero que quedan sumergidos dentro de un sistema que es necesario cuestionar.
La universidad enfrenta la realidad de una deserción altísima. Esto implica, de hecho, un muy mal uso de los recursos en detrimento de la calidad, detrimento que se justifica por una concepción ajena, a mi juicio, al pensamiento reformista. Al menos, habría que plantearse que este sistema no funciona y que requiere modificaciones de fondo. Por supuesto, esto podría alterar el sistema político y su cultura.
Claro está que los responsables de la conducción podrían objetar que es imposible sostener los principios esenciales de la Reforma en una universidad de carácter masivo. Cierta razón tendrían, pero entonces lo que hay que preguntarse es en qué ámbito habría que regenerarlos. Y eso es lo que no se enfrenta, a nuestro juicio.
Creo que la importancia de nuestra UNC amerita, al igual que en 1918, no perder el tren de la historia. Existen preguntas que deberían ser contestadas bajo la perspectiva del asombroso mundo que nos está alumbrando.
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