HOY: ¿QUÉ ES SER REFORMISTA?


Hoy: ¿Qué es ser Reformista?

“¿Quiénes son los dogmáticos de hoy? ¿Quiénes encarnan el conservadorismo?"
Por Eduardo Dalmasso*

Sin duda, nuestras grandes universidades nacionales, son parte indivisible de la cultura del país y sobre todo de la instrucción del mundo profesional y de la clase dirigente. Todas ellas se han transformado en universidades de masas y están fuertemente insertas dentro del reconocimiento de la clase media. Es verdad, que hoy la oferta universitaria se ha ampliado a partir de la concepción del Ministro Tarquini, con favorables consecuencias para las regiones de influencia. Caso la Univ. de Rio Cuarto, de Villa María, La Rioja, Lomas de Zamora o la de Quilmes.Sin embargo, las grandes universidades: UBA, UNC, Rosario, Mendoza, Tucumán, Santa Fe y UTN constituyen la columna vertebral del sistema. Dentro de ellas, es innegable la tradición y prestigio de la UBA y de la UNC como marco referencial. La UNC, cuatro veces centenaria, es parte indivisible de la cultura de la provincia y su radio de influencia excede los propios límites de la Argentina. Todas ellas han sido y son, campo de batallas de diversos discursos políticos e ideológicos.

La importancia de esta referencia, es que cualquiera sea su concepción sobre lo que significan, los valores que estas reflejan en su accionar definen el perfil de los egresados respecto a su concepción cívica y no sólo en lo que se refiere a su calidad profesional.

Los egresados por su rol, constituyen un engranaje importante de la cultura política y social de nuestro país. Si esto es así, el rescate del ideario reformista nos plantea la pregunta ¿Qué grado de coherencia existe en la práctica concreta de nuestras universidades,- y fundamentalmente para la UNC,- respecto a sus grandes enunciados. La respuesta, puede orientarnos hacia qué podemos esperar de la clase dirigente que surge de su matriz.

Los reformistas preconizaban la educación de leaders (Así lo escribían) con la capacidad de orientar los espacios políticos y sociales desde una concepción libertaria y profundamente ligada a la educación del pueblo. Esto, porque sostenían la dignidad de las personas a partir de su capacidad de razonar y expresarse libremente. Detestaban lo que llamaban el comportamiento de masas!¿Qué fue sino el ideario reformista? Un cuestionamiento profundo a un orden que se mantenía a contrapelo de lo que el mundo en guerra, sectores de la intelectualidad, la realidad política y social del país exigían cambiar.

Vengo sosteniendo que es necesario repensar sí: si esta universidad actual, que se llena de loas respecto de dicha gesta, tiene la misma mirada transgresora que surge con claridad del espíritu de la Reforma Universitaria o si su reconocimiento es simplemente parte de la necesidad de un modelo de funcionamiento que necesita justificarse en la epopeya a través de un ritual, una liturgia que, en definitiva, encubre un funcionamiento de carácter burocrático, alejado de las raíces que dice seguir.

¡Algunas preguntas!
Uno se pregunta, que porcentaje del tiempo del consejo Superior y de las otras instituciones pertinentes, se analiza y discute sobre el discurso científico, la metodologías de enseñanza, la forma de educar en una cultura que propicie la solidaridad transversal, los aspectos culturales de la universidad, los valores que se transmiten, lo que acontece en el mundo, los cambios brutales que depara el cambio tecnológico y los avances de la ciencia.

En ese orden: que se tendría que modificar para no perder la carrera del conocimiento. Cómo se supervisa la calidad de los profesores, ante el declive de los concursos, tan caro al ideario reformista, cómo se proyecta a futuro la Universidad para no sólo sostener su prestigio sino proyectarse entre las mejores de América Latina. Temas fundamentales para la vida universitaria. Que hablar del uso de los recursos!

Pero lo más importante, de que se ocupa la dirigencia estudiantil, como analiza las posibilidades de progreso de la Universidad, cuáles son las discusiones de fondo más allá de las fronteras partidarias, y sobre todo que capacidad generan de superar la cultura tribal que aqueja a la sociedad Argentina.

Lo único que justifica la participación en el Gobierno de la Universidad de los estudiantes es ser el ariete de cambios, si sus objetivos sólo responden a posicionamientos de poder, me parece estarían traicionando los postulados reformistas, que la mayoría dice defender.

Cómo expresé en otros escritos, (La Voz del Interior) se torna muy importante plantearse quienes son los representantes de los estudiantes, los alumnos más aventajados o los enamorados de la práctica política ligada a l búsqueda de poder. (lo que de por sí implica una cultura) Si los representantes no son los alumnos más aventajados, está claro que es muy difícil puedan responder adecuadamente a los desafíos académicos, científicos y culturales que este principio de siglo demanda. Y si lo fueran, que pasa con el tratamiento de estos temas en los diferentes organismos. Estas grandes universidades funcionan como Ministerios y si los estudiantes no se constituyen en el ariete de cambio, muy difícil que esto suceda más allá de las buenas intenciones que pudiera tener un esclarecido Rector en su visualización de lo que acontece y lo que habría que cambiar.

¡Algunos Temas!
Dentro de esos grandes temas, dos que son imprescindibles: que organiza la Universidad para poner en nivel los magisterios y profesorados que son los responsables de la educación de los niños y jóvenes en atención al logro de la igualdad de oportunidades, aspecto que excede el campo pedagógico . (Crese 2018) El segundo, como transformar en realidad el ingreso irrestricto, atendiendo la brutal deserción inicial y posterior atendiendo que los recursos de la universidad, o sea la educación gratuita la paga el pueblo. Hoy ese “apotegma “ es un slogan, con excepciones importantes, pero que no dejan de serlo por ese hecho. En este sentido, quizás al importante avance de reconocimientos de créditos y el reconocimiento del grado de Bachiller, exige estudiar la reconversión del ciclo básico para propiciar una vez superado, un sistema de méritos, aspecto esencial en el discurso reformista. Todos temas necesarios para plantearse la superación de la Universidad.

¿Quiénes eran los líderes reformistas? Eran alumnos aventajados, luego intelectuales o científicos de nota: Deodoro Roca, Raúl y Arturo Orgaz, Gumersindo Sayago, Enrique Barros, Enrique Martínez Paz, Saúl Taborda, Ismael Bordabehere, Ceferino Garzón Maceda, Jorge Biagosch, Arturo Capdevila, BrandánCaraffa y otros muchos, todos protagonistas de la vida pública de Argentina.

Antidogmáticos, (Cesar Tcach) abrevaban de distintas fuentes intelectuales y representaban de manera genuina la oposición a un orden establecido planteando con claridad el rol de la universidad para la sociedad según la concebían.

La realidad hoy, me parece más próxima a la descripción del director de cine en su película “El estudiante”. En esta nos muestra un funcionamiento de la política en el mundo universitario que dista del ideario reformista! Acciones que reflejan valores y metodologías que sin duda contradicen el espíritu universitario. El trasfondo se refiere a la UBA, pero en las otras grandes es diferente? Interesante sería que el conjunto de los cuadros dirigentes en conjunto analizaran ese valioso documento audiosvisual.

Preguntas a responder: ¿Quiénes son los dogmáticos de hoy? ¿Quiénes quienes encarnan el conservadorismo? ¿Qué reformas son imprescindibles para proyectarnos en este mundo cada vez más surrealista?


(*)Doctor en Ciencia Política. Autor de “1918. Raíces y Valores del Movimiento reformista” (Editorial UNC-2018).

Comentarios

Entradas populares