ARGENTINA: BASES POLÍTICAS EN LA CONFORMACIÓN DEL ESTADO MODERNO - 6TA PARTE
ARGENTINA: BASES POLÍTICAS EN LA CONFORMACIÓN DEL ESTADO MODERNO
6TA PARTE
Por Eduardo Dalmasso*
Sobre las
raíces del peronismo
¿Por qué la
década llamada infame posibilitó la ideología peronista?
Creo que
fueron 12 años, en los que el pueblo fue un convidado de piedra. Las clases populares y parte de
la pequeña clase media transitaban su existencia a la deriva y, por lógica, sin
sentido de pertenencia. Como escribí
anteriormente, (Alfil Diario, 6 y 7/10), el tango “Cambalache” reflejaba, si se
quiere con crueldad, ese estado de cosas. El fraude dejaba en evidencia que los
sectores de la oligarquía seguían sin respetar la democracia que ellos habían
formulado en la Constitución. La primera
de una secuencia de transgresiones a la Constitución en detrimento de los
valores democráticos. El hecho relevante: la crisis mundial exige de la oligarquía
políticas industrialistas y proteccionistas que cambian la estructura del
empleo y la densidad poblacional de las ciudades. La Argentina, a principios de
los 40´, fue diferente de la que precedió al proceso de usurpación del poder.
El golpe del 43
Cabe decir que este golpe militar fue anticipado por una intensa guerra de posiciones políticas en las que el ejército jugaba un papel fundamental. Las diferencias entre la concepción democrática del presidente Ortiz y su vicepresidente Castillo, proveniente del conservadorismo más rancio, no sólo los involucraba a ellos sino a los sectores pro aliados y proalemanes, lo que influía, sin lugar a dudas, en la debilidad institucional y el acrecentamiento del poder militar. En las instancias de la renuncia del presidente Ortiz (1942) y la asunción de Castillo, ya se gestaban planes para el futuro gobierno militar desde distintas orientaciones políticas. (Robert A. Potash - El Ejército y la política en la argentina-1928-1945-pag 218) Los alineamientos pro aliados o pro eje, enturbiaban aún más la debilidad institucional del régimen y dividían a la clase dirigente.
El GOU
Dentro de ese proceso, se gesta
una logia militar denominada Grupo de Acción Unificada (GOU) que se torna
preponderante a partir del gobierno de facto presidido por el General Ramírez.
Dentro de la logia estaba el que después sería presidente a través de un
impecable comicio: Juan Domingo Perón.
El primer punto que debe considerarse
al analizar los distintos documentos de la GOU, (Perón y el GOU - Robert A. Potash),
es que el puesto que asume el coronel Perón en la Dirección del Trabajo (luego Secretaría)
mientras ascendía su influencia dentro del plano militar, no fue solo producto
de su astucia. Todos los documentos indicarían
que fue un objetivo clave dentro del
diagnóstico que este grupo hacía sobre la situación social, política y militar.
Al respecto (pág. 26):
“Estamos
abocados a una situación tan grave como no ha habido otra desde la organización
del país. Estamos en peligro de guerra con el frente interno en plena
descomposición
Se perciben claramente dos
acciones de los enemigos:
Una presión en fuerza por Estados
Unidos a hacerse efectiva por ese país o por sus personeros:
La destrucción del frente
interior iniciada por la penetración y agitación del país por agentes de
espionaje y propaganda, a la que amenaza seguir con la conquista del gobierno
en las próximas elecciones y luego con la renovación comunista tipo frente
popular” (…)
La inseguridad política puede llevar, en plazo
más o menos cortos a una de las siguientes situaciones:
-
Triunfo de las tendencias actuales y reafirmación
de la orientación actual en política internacional
-
Triunfo de las tendencias actuales, pero con
el cambio de la actual política internacional y como consecuencia el estado de
guerra
-
Triunfo del Frente Popular”, disfrazado como
Unión Democrática, que busque inmediatamente, o en forma inmediata, la
revolución comunista (Caso de España y Chile)”
El segundo punto a considerar: su
objetivo central (pág. 30)
g) En el orden político interno pensamos que
no pueden llegar al Gobierno del país las fuerzas comunistas o las asociadas
con ellas en cualquier forma. El Frente Popular debe ser destruido antes de su
éxito político o durante el mismo, para evitar la guerra civil, que tampoco
tememos pero que estamos en la obligación patriótica de evitarla.
Según mi
observación los documentos revelan la preocupación de los miembros, no solo por
el peligro comunista, sino también por la situación social del conjunto de la
sociedad. A esto Potash lo señala con claridad haciendo referencia a uno de sus
documentos (3.2): “se revela en el GOU un profundo pesimismo sobre la
situación legal y electoral sobre los problemas de la nación. Las dos principales
coaliciones políticas, la Concordancia y la Unión Democrática, son presentadas
como meros servidores de intereses foráneos y corruptos sin sensibilidad para
los verdaderos problemas del país. Entre otros (aspectos) específicos de la
cuestión militar y política manifiesta una seria preocupación por la injusticia social y un
llamado para que el Estado funcione como regulador de la riqueza, director de
la política y armonizador social” (pág. 188).
De hecho,
esas preocupaciones fueron las bases de la plataforma de Perón en el 45. O sea:
preconcebida o no al inicio del golpe del 43, la salida política que dio lugar
a las elecciones que le otorgó el triunfo y las bases programáticas, venían
gestándose previo a la propia constitución de la logia. Un país sin una
consolidada burguesía industrial acrecienta la incidencia de las organización
militar y eclesiástica en su vida política; luego, a estas dos fuerzas se le
suma la organización sindical. Desde mi mirada, aparece muy clara la
convergencia entre los intereses de la Iglesia y la fracción nacionalista del
ejército.
Dentro de
esa realidad, tan compleja por la situación internacional, el partido radical
pierde la conducción política de la resistencia al régimen. Es posible que sus
situaciones internas incidieran en ese hecho, pero la realidad fue que la
visión ideológica de sus dirigentes los llevó a constituir una alianza en donde
se mezclaba el partido comunista, el socialismo y los conservadores ante la
nueva fracción que emergió como consecuencia del golpe del 43. Creo que los posicionamientos respecto a los
contendientes en la Segunda Guerra Mundial, sin duda, contribuyeron a generar alianzas
que poco tenían que ver con visiones comunes de Argentina. Imposible que los
sectores liberales, incluidos los movimientos reformistas, pudieran asimilar la
injerencia de la Iglesia en el Estado, ni tampoco una mirada centrada en el
anticomunismo.
Como es
harto sabido, el apoyo desembozado del embajador de EEUU, Spruille Braden, a la
fórmula Tamborini - Mosca, facilitó el triunfo del militar que había
desarrollado una solidaria e inteligente política con los sindicatos obreros y
había sobrevivido a las embestidas de los sectores y camaradas que veían en él
un líder político, por fuera de las estructuras de poder conformadas desde la
etapa de modernización del país.
· * Dr. En
Ciencia Política. (UNC-CEA) “Editor del Blog Miradas Políticas y otros
enfoques”. Su último libro 1918. Raíces y valores del movimiento reformista.
(UNC) Profesor de posgrado en seminarios de liderazgo y Análisis Estratégico.
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