ESTAR EN MANOS DE LOS DIOSES
ESTAR EN MANOS DE LOS DIOSES
13 de Noviembre de 2021
Dr. Eduardo Dalmasso
En griego la palabra entusiasmo se divide en “Entheos” Y “Asmos” que significa el Dios interior.
Cuando uno está embargado por el entusiasmo, el cuerpo se nos vuelve incorruptible, porque uno está como en otra dimensión; sin embargo, si el exceso colma el recipiente y esto se traduce en ansiedad, es muy probable que el Dios protector nos abandone, seguramente porque sin darnos cuenta nos hemos comportado como si fuéramos dioses. Entonces: ¡el olimpo nos castiga!
Nada hay más bello en la vida que encontrar el propio sendero, ese sendero por el que uno se desliza con la alegría de saber qué sentido tiene tu existencia, qué curiosidades te alimentan, y visualizando desde él un panorama en el que todo es maravilla: tus avances, el amor de tu familia, el reconocerte en tus amigos, en árboles que encuentras al azar... ¡Lo que sea! Vale decir, la serenidad que tu talento, cualquiera sea el mismo, lo puedes volcar y recrear en un permanente proceso de autodescubrimiento.
No te comparas, haces o creas; los desafíos diarios son los que nos motivan, y esto la existencia te lo devuelve en procesos de calma, de mucha calma.
Lao Tzu habla de esto en el Tao te Ching: “Déjate vivir por eso”. Aquí nos dice que el Tao no hace nada, y no deja nada sin hacer. Aquí es donde tenemos que llegar a un lugar donde podamos entregarnos, y tener la certeza de que no estamos solos, de que vamos a ser guiados, de que tenemos una naturaleza, de que podemos confiar en ella. No es algo con lo que tengamos que estar luchando. No es algo de lo que tengamos que hacernos cargo. Literalmente piensa en eso, déjate ser vivido por eso, en lugar de tú tomar el control.
Cuando eso nos ocurre, quiere decir que nos estamos deslizando por la ladera de la vida con mucha alegría, la misma que sienten los niños, y no sólo ellos, cuando alegremente sienten el fragor de la brisa y la sensación de volar.
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