Presente y Pasado: "La Argentina de los faustos del centenario a la revolución del 55" - 1° Bloque

 



Anotaciones aclaratorias

Este concentrado análisis, se estructura a partir de una serie de escritos publicados en Alfil diario que describen diversos escenarios de la realidad política y económica de Argentina. 

Los lectores atentos habrán comprendido que los problemas del Estado y la sociedad argentina vienen de larga data. 

Estos escritos, basados en descripciones de los hechos relevantes en diferentes períodos y gestiones gubernativas, tienen el objetivo de brindar a dirigentes políticos, sociales y económicos una percepción del significado de cada etapa en la dinámica posterior.

Los patrones recurrentes en el período

Concentración del poder: Desde el predominio oligárquico del Centenario hasta el liderazgo carismático de Perón, se observa una tendencia a centralizar decisiones, debilitando el equilibrio republicano. Lo expresan: Roca, Irigoyen y Perón.

Crisis de legitimidad: El fraude oligárquico, el fraude sistemático en la Década Infame y la polarización del peronismo erosionan la confianza ciudadana en las instituciones.

Desarticulación del pluralismo: La exclusión de voces disidentes, tanto por prácticas autoritarias como por pactos elitistas, limita la construcción de consensos duraderos.

La etapa de la modernidad

Ricardo Rojas escribe que “luego que todas las cuestiones heroicas quedaron resueltas”, el país se había visto invadido por una nueva atmósfera de simulación, de fraude, de “arribismo”, de descreimiento en la patria y en el ideal”. De hecho, existe un problema de fondo: mientras más se moderniza el país, más evidentes se hacen las prácticas oligárquicas, con sus consecuencias de nepotismo, fraude y falta de claridad en la gestión de gobierno.

 dalmasso1

Aspectos que surgen

  • Debilidad institucional: Predominio de una élite política que monopoliza la representación, con escasa participación popular. El sistema formal democrático convive con prácticas excluyentes y clientelares.
  • Debilidad cultural: Mito del progreso asociado al modelo europeo, que invisibiliza las tensiones sociales internas. La cultura política se estructura sobre la exclusión del “otro” (inmigrante, trabajador, indígena), consolidando una visión sesgada de nación.
  • Debilidad económica: Modelo agroexportador dependiente, basado en la renta de la tierra y la inserción subordinada en el mercado mundial. Falta de diversificación productiva y escasa industrialización.
  • Impacto histórico: Se consolida una Argentina formalmente próspera de difusos valores comunes y estructuralmente desigual. La concentración de poder y riqueza genera tensiones que incuban futuras crisis.

 “Sobre la década infame.” (1930-1943)

La Década Infame no solo quiebra el orden constitucional: quiebra también la fe en la política como herramienta de transformación. El fraude, la represión y el cinismo se constituyen en parte del paisaje, De esta realidad, muchos aprenden que el poder no se gana: se toma. El control del Estado durante los años ’30 permite a los intereses de la oligarquía rescatar, de la crisis mundial del capitalismo, el modelo económico que instauraron los padres del Estado moderno en el último tramo del siglo XIX. La degradación institucional no es un accidente, sino una estrategia. La democracia queda reducida a una formalidad vacía y sin horizontes.

Aspectos que surgen

  • Debilidad institucional: Consolidación del fraude como práctica sistemática. El poder se concentra en pactos entre élites, debilitando la representatividad y la transparencia.
  • Debilidad cultural: Se profundiza el desencanto ciudadano. La política se percibe como espacio de corrupción y privilegio, lo que erosiona la cultura democrática.
  • Debilidad económica: Se afianza un modelo de sustitución de importaciones sin planificación inclusiva. La industrialización beneficia a sectores concentrados, sin resolver la desigualdad estructural.
  • Impacto histórico: Se normaliza la disociación entre legalidad y legitimidad. La ciudadanía se distancia del sistema político, y la economía se vuelve más cerrada, pero no más equitativa.

Sobre los años de Perón

Los años de Perón abren las puertas a una Argentina más justa en lo social, pero más tensa en lo político. La ampliación de derechos convive con la concentración del poder y la división profunda entre sectores. El Estado se vuelve garante de derechos, pero también árbitro excluyente. La política se vive como pasión, pero también como trinchera. Su segundo gobierno revela una búsqueda de equilibrio entre justicia social y racionalidad económica. El Estado intenta corregir desequilibrios, ordenar las cuentas y sentar bases para el desarrollo, sin renunciar a su rol redistributivo. Pero lo hace en un clima de confrontación política que debilita la institucionalidad.

*Eduardo Dalmasso - Dr. en Ciencia Política.

N. de R: En la próxima edición, el 2° bloque de esta serie de anotaciones

Comentarios

Entradas populares de este blog

CARTA A UN JOVEN ARGENTINO

ANÁLISIS CONTEMPORÁNEO DE "CARTA A UN JOVEN ARGENTINO"